Arturo Pérez Reverte y Fernando Sánchez Dragó son dos de los literatos más conocidos de nuestra época y estos días han saltado a la palestra pero lamentablemente no por sus éxitos sino por sus bocazas.
El escritor de "El Capitán Alatriste" se ha visto envuelto en la polémica por criticar el llanto de Moratinos al abandonar su cargo en el Ministerio de Asuntos Exteriores tachándolo de "perfecto mierda". Donde dije digo, digo Diego y hoy Reverte se desdecía explicando que para nada se oponía a que un hombre llorara sino que sus palabras querían referirse a que la política llevada a cabo por aquel había sido "claudicante y débil".
Si polémico ha sido el comportamiento de Reverte aún lo ha sido muchísimo más el de Sánchez Drago que definitivamente debería adquirir el citado adjetivo como apellido. Su actitud ha sido reprobable en muchas ocasiones pero la última supera con creces todos los casos anteriores. El libro "Dios los cría...y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción" en el que éste mantiene un diálogo con Albert Boadella recoge ni más ni menos que unas declaraciones de Dragó en las que confiesa haber mantenido relaciones sexuales con dos niñas de trece años hace unos años en Tokio. Y todo en un tono "jocoso". Simplemente lamentable.
La puntilla al asunto la ha puesto la Presidenta de la Comunidad de Madrid (Esperanza Aguirre) quien obvia rechazar esas manifestaciones de Dragó alegando que "así es la literatura".
¿Cómo? Pero si se trata de un volumen autobiográfico...Increíble, es lo único que puedo decir.
Me gustaría saber cómo justifica también Aguirre las declaraciones que el Alcalde de Valladolid (Francisco Javier León) hizo sobre la Ministra de Sanidad (Leire Pajín) fruto del más puro machismo.
LAMENTABLE!!