Ocho años hace que el cámara de televisión José Couso era asesinado en Bagdad por los disparos de un tanque americano. El Hotel Palestina, donde trabajaba y convivía con 200 periodistas más, fue su última morada y hasta él se ha trasladado Santiago Pedraza (Juez de la Audiencia Nacional) con el único y claro objetivo de esclarecer los hechos que acabaron con la vida de este profesional de los medios de comunicación.
Los militares estadounidenses alegan en su defensa que confundieron a Couso con un francotirador lo que propició que actuaran disparando a la habitación 1403 en la que el español se encontraba. Desde ella, Pedraza ha intentado reconstruir lo que sucedió aquel trágico día y ha tomado imágenes del lugar y de las vistas al igual que ha hecho desde el puente del que se realizaron las deflagraciones. Y todo, como ha declarado al periódico "Público", "para saber si desde el tanque se podía identificar a quienes estaban en el hotel, para saber si a Couso lo mataron a propósito".
Ojalá sus pesquisas tengan los resultados esperados y por fin permitan hacer justicia con el caso de un profesional español que encontró la muerte tras el visor de su cámara cuando lo único que pretendía era mantenernos informados y hacernos partícipes de la más cruda realidad.