Para muchos, el siglo XXI va a ser el siglo de las féminas. Es cierto que aún queda mucho por recorrer para que haya una igualdad real entre hombres y mujeres. No obstante, no es menos cierto que se están dando pasos firmes y progresivos en esa línea.
Es más, cada vez se está trabajando de forma más contundente para dar visibilidad a mujeres que la historia y el ser humano han intentando ocultar y menospreciar. Y precisamente eso es lo que está haciendo la periodista y escritora Laura Manzanera.
A lo largo de su trayectoria literaria ha convertido en protagonistas de sus obras a féminas, muchas de ellas desconocidas para el gran público, que destacaron por su arrojo y por sus interesantes vidas.
Y, precisamente siguiendo esa línea, acaba de publicar su nuevo libro: 'Insumisas'. Este, que cuenta con prólogo de Cristina Fallarás, gira en torno a mujeres que se vieron en la obligación de vestirse de hombres para poder alcanzar sus sueños y buscar la igualdad.
Un interesante argumento aquel del que hemos tenido la suerte de hablar con su autora:
Pregunta (P): Queda mucho camino por recorrer en pro de alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres. No obstante afortunadamente cada vez son más las voces que surgen para contribuir a alcanzar ese objetivo desde distintos ámbitos. Y está claro que usted, a través de la literatura y la historia así como la divulgación, es una de ellas. Buena muestra de ello son obras suyas como 'Mujeres espías' o 'Olympe de Gouges'. Obras a las que ahora se une 'Insumisas. Mujeres que se vistieron de hombre en busca de igualdad'.
Respuesta (R): Llevo muchos años recuperando mujeres del pasado que, pese a sus méritos logrados en cualquier campo, han sido silenciadas o ninguneadas solo por el hecho de ser mujeres. Lo he hecho a través de numerosos artículos y en algunos libros, como el de 'Mujeres espías', en el que hice un recorrido transversal por la historia aproximándome a ellas más allá del mito de la femme fatale, o en la biografía de Olympe de Gouges, considerada por muchos la primera feminista avant la lettre. Y también en el último, 'Insumisas'.
Aunque aún queda mucho camino que recorrer, por suerte cada vez salen a la luz más mujeres vilipendiadas por los historiadores. Hay que seguir esa línea.
P: ¿Cómo le surgió la idea de darle visibilidad a esas féminas que son protagonistas de su último trabajo?
R: Estaba documentándome para escribir sobre la guerra civil estadounidense y me topé con algunos casos de mujeres que se habían puesto uniformes, o sea, que se habían disfrazado de hombres para poder ir al frente, algo que tenían totalmente prohibido. A partir de ahí, fui excavando y me di cuenta de que había habido casos parecidos, de mujeres soldado travestidas, en otros conflictos bélicos, y en muchas otras circunstancias, épocas, oficios... Así empezó todo.
P: Nos estamos refiriendo a mujeres fuertes, valientes y dispuestas a todo con tal de conseguir sueños. Mujeres que hemos ido descubriendo muy poco a poco. Y lo hemos hecho de la mano de autoras como usted e incluso de películas y series como 'Elisa y Marcela' o 'Gentleman Jack'.
R: Se trata de dos obras de ficción muy interesantes. La serie ‘Gentleman Jack’ se basa en la vida de Anne Lister, una terrateniente inglesa del siglo XIX que vivió abiertamente su lesbianismo y que se negó a vestir como marcaban los cánones femeninos. Exhibía trajes y comportamientos reservados a los varones, pero nunca escondió su verdadero sexo. Sin embargo, la película ‘Elisa y Marcela’, basada en una pareja de mujeres, también del siglo XIX y también lesbianas, sí hubo “engaño”. Elisa se vistió de hombre para poderse casar con Marcela y la impostura le costó la cárcel.
La mayoría de protagonistas de mi libro no son lesbianas, pero engañaron a todos con su travestismo y lo hicieron por numerosos motivos: para librarse de un matrimonio no deseado, porque no querían casarse y tener hijos, por amor, para poder ejercer un oficio vetado a las mujeres, para simplemente poder trabajar, para huir de la pobreza o de la prostitución... incluso para salvar la vida. Fueron muchas y arriesgaron muchísimo, jugándose a menudo la vida. Los motivos son de lo más variados y abarcan todas las épocas y geografías.
P: Juana de Arco, Hipatia o Georges Sand son algunas de las mujeres que encontramos en su libro y que son conocidas por todos ¿Va a sorprender a los lectores con otras protagonistas que también tienen tras de sí historias interesantes y que desconocemos por completo?
R: Sí, por supuesto. Hay personajes muy conocidos como las tres que has citado, o las reinas Hatshepsut de Egipto y Cristina de Suecia. Pero también un montón de mujeres desconocidas. Muchas soldados, científicas, artistas, viajeras... Son muy diferentes, pero todas ellas tienen en común su valentía al transgredir la principal “norma” de género, la vestimenta, para poder ser más libres, para poder participar en cosas injustamente solo reservadas a los hombres.
P: De todas las protagonistas de este libro, ¿cuál es la que más le ha sorprendido o la que más le ha llegado al corazón?
R: Es difícil elegir, pero quizá me quedaría con Ellen Craft, una de tantas esclavas negras que malvivían en el sur de Estados Unidos. Se atrevió a viajar mil seiscientos kilómetros de territorio esclavista disfrazada, no solo de hombre, sino de hombre blanco y rico. Cambió de género, de raza y de clase social, y consiguió llegar a Filadelfia y convertirse en una mujer libre.
P: Además de valientes, atrevidas o transgresoras, ¿qué tienen en común todas las mujeres que forman parte de este trabajo?
R: Haberse dado cuenta de que vestir ropas masculinas era la forma más segura –en realidad, la única– de ocupar parte del espacio de ellos y conseguir lo que tenían prohibido por ser mujeres, que era muchísimo. Así esquivaron los límites que les imponían por haber nacido supuestamente inferiores a la otra mitad de la población. Y gracias a eso pudieron ser más libres.
P: ¿Qué espera conseguir con este libro y qué desea lograr o provocar en sus lectores?
R: Dar a conocer un problema mundial y atemporal: la falta de libertad de las mujeres. Las protagonistas del libro solo vieron una salida para poder amar, estudiar, crear, guerrear o moverse con libertad: renunciar a su identidad. No se trata en ningún caso de un travestismo por divertimento, sino de evitar las discriminaciones que implicaba ser mujer, o sea, de llevar una vida mejor.
P: No sé si ya tiene en mente un nuevo libro. De ser así, ¿girará también en torno al universo femenino? ¿Seguirá apostando por darle visibilidad a mujeres que la historia se ha encargado de ocultar, estigmatizar e incluso desprestigiar?
R: Tengo varias ideas. Probablemente gire en torno al universo femenino. Pero de no ser así, seguiré divulgando de una forma u otra a las silenciadas y maltratadas por la historia de una. Es un compromiso vital. Ojalá un día ya no haga falta hacerlo.
P: .Por último, un mensaje para los futuros lectores de su libro.
R: Decirles que lamentablemente aún debe haber “insumisas” por el mundo, dado que la desigualdad sigue estando presente, en unas partes del planeta más que en otras. Este libro habla del pasado, aunque abarca también algunos casos del siglo XXI, pero el problema de fondo que trata no está resuelto. Por eso creo que había de publicarse. Es necesario ver lo que hemos hecho para ver cómo estamos y lo que nos queda por hacer.
Sin lugar a dudas, una interesante propuesta la que ahora nos hace Laura Manzanera con este libro, que salió a la venta este pasado 3 de marzo de manos de Principal Historia.
No esperes más y disfruta de su lectura. No te defraudará.
A Laura solo me queda agradecerle su tiempo para hacer esta entrevista y desearle lo mejor con su último trabajo.