Sí, seré rara. 4 películas muy alabadas que no me gustan nada

 

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El cine es una de mis grandes pasiones, tengo que reconocerlo, aunque ya no encuentro tanto tiempo para disfrutar de él como me gustaría. Como todo el mundo, tengo mis preferencias en cuanto a géneros, actrices y actores e incluso directores. Y, precisamente por esto, a veces no siempre coincido con las aclamaciones de la crítica. Buena muestra de ello es que hay 4 películas muy bien valoradas que a mí no me gustan nada.

Quizás las expectativas que tenía con ellas en su momento me hicieron poner el listón demasiado alto y me defraudaron enormemente. Mira que yo soy de ver veces y veces los largometrajes que me fascinan, pero con esas te puedo asegurar que no volvería a perder mi tiempo.

¿Te animas a descubrir mi lista 'negra'? Aquí las tienes:

1.Casablanca (1942)



Sin lugar a dudas, este filme dirigido por Michael Curtiz se ha convertido en uno de los grandes clásicos de la historia del séptimo arte. Se trata de un drama romántico que toma como escenario la ciudad que le da nombre y que pone sobre la mesa no solo el amor sino también la lucha contra el nazismo.

¿Por qué no consiguió atraparme? Primero, porque Humphrey Bogart no es de mi agrado como actor. Sí, sé que para muchos espectadores es uno de los mejores intérpretes, pero a mí no me transmite nada en absoluto. Le veo carente de expresividad, pues tiene siempre la misma cara para mostrar cualquier emoción, ya sea alegría, tristeza, pasión o sorpresa.

El segundo motivo por el que no logró cautivarme es por el ritmo de la historia. Y el tercero porque algunos diálogos, aunque otros son ya emblemáticos, me parecen que rozan el absurdo. Sobre todo, me pareció ridículo el momento en el que se equiparaba el ruido de las armas con los latidos del corazón enamorado. Mira que yo soy romántica, pero hasta cierto punto...



2.American Beauty (1999)



¿Sabes lo que es estar en una sala de cine escuchando a todos los espectadores partiéndose de la risa mientras tú no encuentras gracia a nada de lo que se ve u oye en pantalla? Pues así es como me sentí cuando acudí al estreno de esta película, dirigida por Sam Mendes y ganadora de 5 Oscar.

Es cierto que en la trama subyace una crítica feroz a la sociedad del momento y a los valores que reinan en ella. Pero, para mi gusto, queda bastante relegada en la trama. Mi sensación al salir de la sala de cine fue: es una película de un onanista madurito y pervertido obsesionado con una joven. Ni más ni menos.

Para muchos, seguro que es un resumen duro o simplista de este largometraje, pero es lo que pienso. Demasiada sexualidad sin sentido, demasiados chistes soeces y poca originalidad en muchos aspectos.



3.Magnolia (1999)



No puedo negar que esta película tiene unos de los mejores minutos iniciales que he visto en la historia del cine. Sí, porque consiguen engancharte, cautivarte e incluso hacerte pensar acerca de la manera en la que la casualidad y el destino pueden cambiarte la vida para siempre. Y partiendo de esta introducción, pensé que iba a ver una de las películas más fascinantes con las que me había encontrado, pero nada más lejos de la realidad.

Para mí, lo mejor de este largometraje de Paul Thomas Anderson fue dicho inicio. A partir de ahí, la magia que propició se fue. No consiguió mantenerme la tensión ni el interés. Es más, en ocasiones, el hilo conductor, para mí, entre las diferentes historias se diluye demasiado o aboca al aburrimiento.

Hay espectadores y críticos que consideran este filme una verdadera joya por su brillantez. Para mí, sin embargo, es excesivo, aburrido a veces, inconexo en determinados momentos y exagerado en algunas interpretaciones.


4.Kika (1993)



Tengo que reconocer que entre algunas de mis películas favoritas se encuentran varias de Pedro Almodóvar. Sin embargo, esta no solo no la incluyo sino que la borraría de mi acervo cultural.

El director manchego no deja indiferente con sus propuestas, pero esta me pareció excesiva en cuanto a lenguaje, situaciones y personajes que no aportan nada a la cara. Victoria Abril y la fallecida Verónica Forqué dan vida a una presentadora de reality y a una maquilladora respectivamente, que asumen el peso de la trama, a veces, en detrimento de otras historias.

El mal gusto en determinadas escenas, el surrealismo llevado a cotas inimaginables en otras y la mediocridad de ciertos momentos son los que hacen que no me guste nada este largometraje.

¿Compartes conmigo el rechazo a algunas de estas producciones cinematográficas o soy la única que piensa así sobre ellas?