¿Te gustan las historias de familias llenas de secretos y mentiras que acaban saliendo a la luz? ¿Te fascinan las novelas protagonizadas por personajes tan intensos y sorprendentes que nunca sabes cómo van a actuar? Si la respuesta a una o a las dos preguntas es sí, te va a encantar el libro Pan de limón con semillas de amapola, escrito por Cristina Campos.
La mayoría entendemos la familia como el conjunto de seres queridos que nos apoyan incondicionalmente, que nos quieren por encima de todo y que siempre están ahí cuando lo necesitamos. Sin embargo, no siempre es así. Y buena muestra de ello es la trama de esta obra que hoy abordo.
Cuenta la historia de dos hermanas, Marina y Anna, que en su infancia y juventud fueron inseparables, pero que desde hace años están distanciadas y sin saber una de la otra ¿Por qué? Por algo que pasó y que rompió los lazos tan fuertes que las unían. Ahora tienen que volver a reencontrarse y a afrontar los fantasmas del pasado. Todo porque una desconocida les ha dejado en herencia un molino y una panadería.
Las preguntas, las diferencias y los sentimientos de Marina y Anna
El obligatorio reencuentro de las hermanas, tras 15 años sin verse, es el que nos permite descubrirlas y acabar sabiendo el porqué de su distanciamiento. Así, conocemos que Marina es una mujer con carácter, hecha a sí misma y valiente que trabaja por el mundo como doctora para Médicos sin Fronteras. No le gusta pensar en el pasado y menos aún en una madre que la rechazaba de forma constante. Por esto, volver a Mallorca, su tierra natal, la sacude y le hace tener sentimientos encontrados.
Anna, por su parte, sueña con estar frente a frente otra vez con su hermana. Es el punto de emoción que necesita en su vida anodina, al lado de un marido que la rechaza y de una hija adolescente que nunca le hace caso. Una vida aburrida en la que se dedica a no hacer nada y a rodearse de 'pijas' adineradas a las que cada vez puede seguir menos el ritmo porque la economía familiar está en jaque.
Pixabay |
Las circunstancias y las personalidades de ambas las hacen chocar continuamente desde el primer momento en el que vuelvan a verse. Y esto trae consigo que no podamos evitar intentar pensar qué las llevó a marcar distancia para siempre. Una pregunta que iremos resolviendo, poco a poco, como también quién es la mujer que les ha legado sus únicas pertenencias.
La resolución de este segundo misterio recaerá en manos de Marina, pues Anna, como siempre, estará centrada en sus intereses. La médico será quien esclarecerá qué hay detrás de esa herencia inesperada y sorprendente. Lo hará conociendo en profundidad la vida, las amistades y el trabajo de la fallecida y esto hará que su existencia dé un cambio radical.
Pero también cambiará la de su hermana. Ya nada volverá a ser igual para ella por una persona del pasado que aparecerá, por un revés inesperado y, por supuesto, por el citado reencuentro familiar.
Pixabay |
La vida da sorpresas como muestra Pan de limón con semillas de amapola
Esta novela de Cristina Campos es un canto al amor, a los recuerdos, a la felicidad y a esos pequeños instantes de la vida que nos marcan para siempre. Sí, a esos instantes que parecen nimios y rutinarios, pero que, en realidad, nos dan alegría, nos llenan de amor y nos hacen darnos cuenta de que solo por ellos merece la pena seguir adelante.
Eso sí, también es un libro que nos advierte del paso del tiempo. Nos indica que no podemos perder los años que nos quedan enquistados en situaciones y en personas que no nos aportan nada. Nos viene a incidir en que vida solo hay una y hay que vivirla como se desea y al lado de quien realmente nos hace felices. Y es que en cualquier momento podemos darnos cuenta de lo que hemos perdido y a quien.
La narración es entretenida, cercana, humana y especialmente emotiva en muchos momentos. Así que prepárate para reír, para llorar, para enamorarte...
P.D: Además del libro, ahora puedes disfrutar de su adaptación cinematográfica. Esta ha sido realizada por Benito Zambrano y tiene como protagonistas a Elia Galera y Eva Martín.