Miles son los guionistas de televisión que hay en todo el mundo, pero solo unos cuantos han conseguido dejarnos sin palabras desarrollando historias donde su creatividad y su imaginación se han desbordado absolutamente y sin límites. Tanto, que han dado forma a algunas de las ficciones más singulares que hemos podido ver.
En concreto, para mí, estas son algunas de las series más raras de la televisión hasta el momento. A ver qué te parecen:
La tía de Frankestein (1987). Con este singular título se presentó en la pequeña pantalla esta coproducción europea que intentaba atraer estableciendo en su nombre a uno de los personajes más emblemáticos del género de terror. Sin embargo, lo cierto es que luego las tramas miedo, lo que se dice miedo, no daban. Y es que estaba a medio camino entre la fantasía y la comedia.
Estaba basada en la novela homónima de Allan Gune Petterson y contaba la singular vida de la familia del doctor Frankestein. Familia que vivía en un castillo con varios monstruos, como Drácula, que ejercía de dentista, y un hombre lobo que trabajaba como bibliotecario. Personajes a los que le dieron vida actores de reconocida fama nacional e internacional, como Mercedes Sampietro y Sancho Gracia, entre otros.
Twin Peaks (1990). David Lynch es el responsable de esta serie, que fue una de las primeras que recibió el calificativo de rara sin contemplaciones. Y es que lo que se presentaba como la simple investigación de un asesinato, el de Laura Palmer, por parte del agente Cooper, se convertía en una trama que cada vez daba más giros de guion que dejaban con la boca abierta por las excentricidades que tenían lugar. Como excéntricos eran también sus personajes.
Pumuki (1982). Imagen real y dibujos se mezclaban en esta ficción, que tenía como protagonista a un singular duende, el que daba título a la misma. Un duende de poblada melena pelirroja que era invisible para todo el mundo, excepto para el carpintero con el que vivía, Eder.
Eerie, Indiana (1991). José Rivera fue el creador de esta otra ficción donde la fantasía sobrepasaba todos los límites que una mente puede llegar imaginar. Contaba la historia de un adolescente que se trasladaba con su familia al pueblo que daba título a la obra. Y allí se topaba, entre otras cosas, con la existencia de un grupo de perros inteligentes que querían controlar el mundo ¿Extraño o no?